Independientemente de la presencia de una patología estructural, la literatura científica establece que más del 80% de los casos de dolor lumbar crónico, presenta como factor etiológico, el denominado Síndrome de Desacondicionamiento Muscular.
La región lumbo-pélvica constituye una encrucijada mecánica crucial en la postura del ser humano, donde gran parte de la estabilidad y de la armonía funcional reside en el correcto funcionamiento de los músculos, tanto de manera individual (analítica) como de manera grupal (global).
Todos nuestros movimientos se producen como consecuencia o como principio de un desequilibrio, y es responsabilidad de nuestra musculatura que dichos movimientos se produzcan de manera eficaz y armónica.
El dolor de espalda o lumbalgia crónica es una entidad patológica frecuente, que aparece de forma insidiosa o brusca y se prolonga durante meses o años, sin remitir o con periodos de mejoría y recaída alternantes. Las pruebas médicas no ponen de manifiesto alteraciones patológicas determinantes y los tratamientos habituales a base de reposo y antiinflamatorios, no mejoran el cuadro clínico.
El Síndrome de Desacondicionamiento Muscular se describe clínicamente como la pérdida progresiva y paulatina de las capacidades funcionales de los músculos. La serie de articulaciones sobre las que se produce este desacondicionamiento sufrirá en consecuencia, una inestabilidad y falta de control, al realizar cualquier movimiento, pudiendo desencadenar procesos de lesión en los tejidos circundantes.
LA RECUPERACIÓN de estas capacidades funcionales, en términos analíticos y globales, a través del entrenamiento, pretenden normalizar el funcionamiento muscular y articular. Teniendo como objetivo el correcto funcionamiento muscular y de las articulaciones, con una reducción significativa la incapacidad funcional y el dolor asociado.
El Síndrome de Desacondicionamiento Muscular se describe clínicamente como la pérdida progresiva y paulatina de las capacidades funcionales de los músculos. La serie de articulaciones sobre las que se produce este desacondicionamiento sufrirá en consecuencia, una inestabilidad y falta de control, al realizar cualquier movimiento, pudiendo desencadenar procesos de lesión en los tejidos circundantes.
LA RECUPERACIÓN de estas capacidades funcionales, en términos analíticos y globales, a través del entrenamiento, pretenden normalizar el funcionamiento muscular y articular. Teniendo como objetivo el correcto funcionamiento muscular y de las articulaciones, con una reducción significativa la incapacidad funcional y el dolor asociado.
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